sábado, 30 de octubre de 2010

Querer y amar

El otro día hablábamos en clase sobre el amor y las diferencias entre amar y querer. No voy a pegar aquí lo que dice el diccionario porque cualquiera puede consultarlo, pero evidentemente nos referíamos a la acepción de querer que tiene que ver con el amor.

Existen muchos tipos de amor: el amor carnal, el amor espiritual, el amor fraternal, el amor propio, el amor platónico... Amar puede referirse a todos ellos seguramente, pero cuando decimos que alguien ama siempre pensamos en un amor de pareja, un amor puro pero que no sólo implica cariño. Cuando hablamos de querer, sin embargo, se puede querer a una madre, a un amigo, a tu mascota,... y también a la pareja. Para mí no hay ninguna diferencia entre amar y querer a la pareja, es el mismo tipo de amor, ese que si no se siente no se dice porque no se debe bromear ni pronunciar en vano, porque mentir sobre el amor es como traicionarse a uno mismo. Hay quien sí los diferencia, hay quien cuando dice "te quiero" habla de amor fraternal y cuando dice "te amo" habla de un amor completo.

Por desgracia, según mi experiencia social, no hay mucha gente que diga "te quiero" hoy en día, da igual que sea a su familia, a sus amigos, a su pareja, no se dice lo suficiente. Luego existe gente que, para compensar, lo dice demasiado, incluso cuando no lo siente, banalizando por completo su significado y quitándole el sentido a la palabra. Yo creo que el quid está en el contexto, en la situación, porque no es lo mismo dar un abrazo a tu madre y decirle "te quiero" que decirlo tras acostarte con tu novio. Tampoco es igual decírselo a un amigo que se siente solo o a una amiga que se va a casar. En cada momento significa algo distinto, un tipo de amor diferente. No hace falta decirle a tu madre que la quieres como madre, ni a tu amiga que la quieres como amiga, ni a tu novio que le quieres como novio, porque eso está ahí, en los gestos, en el roce, en la convivencia..., no hay por qué inventarle a las palabras nuevas acepciones para especificar algo que ya de por sí viene especificado por el contexto situacional.

Hay gente que no quiere y hay gente que quiere demasiado y quizá demasiado pronto. Hay que darse cuenta que cualquier cariño ya es amor, ya es querer, ya es una prenda invisible que damos al otro y que él puede usar de muy distintas formas. Es un riesgo que hay que asumir, porque en eso consiste nuestra vida, en crear lazos invisibles con quienes nos rodean aunque luego haya quien los vaya cortando o quien los enrede, quien tire hacia sí y quien afloje hasta deshacerlos. En cualquier caso, considero que si una persona nos importa lo suficiente no hay que asustarse de decir a tiempo un "te quiero" por quedarnos al descubierto o por si se lo toma por donde no es, al fin y al cabo vale más el poder llegar a alguien que un posible traspiés, pues ya dicen por ahí que nunca es posible ganar nada si no hay nada que perder, pero sobre todo abrir el corazón a alguien que crees que lo merece suele ser un ejercicio de sinceridad con uno mismo que siempre se ve recompensado cuando notas que ese alguien es feliz de encontrar ahí tu amor y cariño para cuando lo necesite.

2 comentarios:

fairytales dijo...

Yo también pienso como tu, incluso hay veces que te dicen "te quiero" sin palabras, sólo con los gestos. Quizás hemos escuchado tantas veces un te quiero que ya lo hemos vanalizado demasiado y preferimos no decirlo. Por mi parte, si quiero a alguien de verdad, he aprendido a decirlo, pero sé que a veces la gente no termina de creerlo, es una pena, porque cuando lo digo, lo digo de verdad.
Casi, prefiero que me demuestren que me quieran a que me lo digan y no sea de verdad.
Es duro pensar que lo dicen por decir, para eso mejor callar.
Un besazo enorme, te echo de menos un montón.

Claudia dijo...

Yo también te echo de menos, guapa, aunque al menos tengo tu blog que me habla de ti. Un besote :)