domingo, 1 de agosto de 2010

Hoy

El calor extremo atosiga, se hace difícil respirar ese aire que parece salido de un horno de panadería. Todo se va secando irremediablemente, incluso mi alegría. Pero me queda el consuelo de que ninguna temporada es eterna y aunque parece algo marchita, reverdecerá tarde o temprano.

Qué a gusto estaba yo sola, y vuelven las absurdas reglas, las obsesiones vacías y el control del falso orden. Pero es fachada, y esa fachada caerá o yo me iré a estar sola, porque no soporto la obsesión desmedida y absurda y el trato infantil.

Tengo 30 años, para lo bueno y para lo malo, aunque no se me permita. Quiero decir, que si me quieres ayudar, bien, pero si quiero tirar mi vida por el retrete es sólo asunto mío. No me van los yugos, no me va el control excesivo y vacío, será por haberlo sufrido en otra época, no me va vivir así, y sin embargo, aquí estoy aguantando el todo por el todo y haciéndome la sueca para no enfrentarme a la realidad que me rodea, una realidad mediocre de la que intento escapar.

No tratéis de buscar sentido a mis palabras pues puede que lo tengan, pero puede que sólo sean un cúmulo de ideas sin objeto ni fin, las ideas de una loca de la vida...

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