jueves, 3 de diciembre de 2009

Aguas revueltas

En el agua el reflejo no es muy fiable, porque no sólo influye si está clara o no, sino también el día que hace, el aire que la mueve, si corre o está estancada, si alguien ha tirado una piedra... Por eso no suelo mirarme en ella. Hoy, sin embargo, me he asomado para ver qué veía, pero he acabado totalmente confusa, pues debía estar muy revuelta.

Después de pensarlo durante un rato, al final me he preguntado si realmente ese reflejo tenía o no algo que ver conmigo, pero en el momento, no me hacía más que preguntas. Siendo yo insegura como soy, me pregunto a veces si no debería dejar mis ideas quietas y limitarme a mirarme en un espejo, que al final, es en el único reflejo que podría confiar, al menos relativamente.

Bueno, el caso es que como resultado del reflejo deforme he acabado por no verme ni guapa ni con ninguna cualidad destacable, lo que, sumado a malestares varios por distintas razones que no vienen al caso (o sí, pero que voy a omitir), he acabado llorando amargamente.

Y es que, a veces, uno no puede evitar mirar aún intuyendo que quizá lo que vea no le guste.

PD. Esto no es mas que una mala metáfora que me evita el tener que decir las cosas claras. Gracias por la comprensión.

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