viernes, 22 de mayo de 2009

Novedades

¿La novedad es buena? Pues depende de cuál sea, claro. Un día la novedad puede ser que estás despedido y al siguiente que te toca la lotería.

Hoy no hay mucha novedad. Quizá lo más significativo es el haberme dado cuenta de mi falta de ilusión pese a lo alegre de mi estado. Bueno, alegre por momentos, porque ahora mismo no puede decirse que esté muy contenta, la verdad.

Tomar consciencia de la situación de uno mismo siempre es duro. Hay veces que estamos tan absortos en nosotros mismos que no nos damos mucha cuenta de la posición que tomamos. Entonces, de repente, nos sorprendemos a nosotros mismos mirándonos desde fuera y preguntando ¿pero este/a soy yo? Pues sí, eres tú. Eres tan tú como lo eras ayer o hace una hora.

Consecuentemente, esta situación dará lugar a una cierta crisis de identidad representada por la pregunta ¿entonces, quién soy yo?, al no habernos reconocido en un cúmulo de acciones que hemos llevado a cabo.

Recordad, siempre somos nosotros, siempre. No vale escoger de entre lo que hacemos para describirnos porque son todas nuestras acciones las que nos definen.

Aclaro, que pese al plural del verbo, hablo de mí y sólo de mí, aunque quizá haya alguien que pueda verse reflejado en mis palabras, ya que, aunque todos y cada uno de nosotros seamos únicos, en realidad no somos tan extraños.

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