viernes, 8 de mayo de 2009

Momentos propicios

Se nota que envejezco. No, no en el aspecto externo, de momento no, pero sí en las facultades mentales, que merman. Esto obviamente es una exageración, pero bien es verdad que mi memoria no es la que era, supongo que será cosa de no entrenarla.

Uno a veces se pone a pensar tonterías, y otras veces piensa sobre los grandes misterios del universo. Al menos a mí me pasa, ¿soy rara, doctor? Sucede que nunca seré filósofa ni escritora, porque cuando llego a grandes conclusiones y me encuentro cara a cara con la verdad revelada es justo cuando no tengo nada a mano donde tomar una simple nota: en la ducha, conduciendo, caminando, antes justo de dormirme... Alguna vez intenté ir corriendo a por cuaderno y boli, pero en ese preciso instante la inspiración desapareció. ¿Qué se le va a hacer?, no tengo madera.

Así que tendré que limitarme a hablar, como quien dice, del tiempo. Pero bueno, casi mejor que no, porque de meteoróloga tengo más bien poco.


No hay comentarios: