miércoles, 13 de julio de 2005

Cosas de críos

Si me pongo a pensarlo, tengo nostalgia de la infancia. Mi vida tampoco era perfecta (¿y la de quién lo es?), pero de críos no somos conscientes de que esa época con tan pocas preocupaciones no volverá. El caso es que recuerdo que las cosas también me afecaban mucho, supongo que la personalidad queda encaminada desde muy pronto. Lo que me gusta es recordar los juegos, cómo disfrutaba y lo bien que lo pasaba. No es que me cambiara ahora por entonces, pues crecer y evolucionar tiene su encanto, a pesar de las dificultades, pero cuando estas cosas me vienen a la mente, se me dibuja una sonrisa en la cara.

A veces, desearía coger a todas mis amigas e ir a saltar a la comba, jugar a la goma, echar un rescate, un escondite y cosas similares. Hemos crecido, ¿y qué? Yo seguiría disfrutando igual, y las risas estarían aseguradas. También recuerdo a mi madre pasándolo bien jugando conmigo, y es que, creo yo, que el jugar no tiene edad. Al crecer seguimos jugando, aunque no son los mismos juegos, son otros propios de adultos, quizás más reales y puede que más arriesgados, pero con el mismo grado de diversión, o quizá más.

En cualquier caso, viene bien rememorar, y no está de más revivir si se tiene la oportunidad. ¡Cuidado con partirse las piernas!

3 comentarios:

Gabriel Noguera dijo...

Me parece una excelente iniciativa. Yo jugaba a veces con las niñas a saltar a la comba (era mi estrategia para ligar, pero nunca me funcionó).

Resérvame un salto.

Claudia dijo...

Yo jugaba a la comba y la goma con niños también, y al rescate, balón prisionero, tulipán, escondite, etc.

El colegio era mixto y los juegos también ^_^

susej dijo...

Siempre se puede jugar en cualquier momento otra vez a la comba, sólo hay que tener ganas y un poco de espíritu travieso.