lunes, 11 de enero de 2010

Parar y respirar

Como últimamente parecía monotema, vamos a ver si variamos un poco. Estoy algo más animada, pero en cualquier caso, ya venía pensando en que hacía falta meter un impulso a esto (y a mí misma, porque total, si no lo meto yo lo llevo claro).

Qué le voy a hacer, cuando cambia el horario, en otoño, yo entro en un estado de apatía y no me recupero hasta la primavera. El pasado año además no ha estado exento de mala suerte en distintos apartados:

*Salud: bueno, no me voy a quejar, cogí gripe A, pero era una gilipollez, la verdad. Varios catarros en momentos clave de mi existencia, y por diversos motivos insomnio, cansancio que se arrastra (aunque nunca fui muy enérgica) y apatía, que pese a que sea algo psicológico, influye en la salud somática. Necesito rutinas, please, vengan del estudio, del trabajo o de lo que sea para ordenar mis ritmos, que al final todo me influye... En marzo mejoraré seguro, es una ventaja.

*Dinero: podemos correr un tupido velo. Estoy en paro desde abril, y el mes de marzo será el último con subsidio. Ya estoy buscando, pero necesito encontrar algo cuanto antes, y me ayudará en el apartado anterior.

*Amor: en el sentido estricto de la palabra, una catástrofe. Amor fraternal ya es otra cosa. He consolidado relaciones de amistad con mucha gente, que se han convertido en amistades profundas, para siempre y para lo que necesite. La familia bien, gracias, dando por culo de vez en cuando, pero que vamos, es lo suyo, si no dejarían de ser ellos. En cuanto al sexo, poco aunque de calidad, así generalizando. Si tengo que destacar algo a este respecto es que los amantes que he encontrado (bueno, que he elegido, de con los que he topado) no son muy dados a repetir indefinidamente si la cosa resultó bien. Tampoco me quejo, pero me resulta llamativo.

Como ya resolví allá por mayo o junio, tampoco recuerdo, estoy decidida a acabar la carrera, por muy difícil que pueda resultarme (que difícil me resultará seguro, nada es un paseo), y ya que aquí en Madrid no me dan opción, y que además echo de menos a todos mis amigos de Barcelona, para allá que me encaminaré si no surgen imprevistos por este lado. Tendré que currar también, sí, lo sé. Sé que en otros intentos no me ha ido bien en eso de compatibilizar estudios y trabajo, también, pero de eso hace años y creo haber evolucionado en la vida desde entonces. Además, que una vez tomada una decisión en cabezonería y determinación no me gana nadie, y si me estrello, pues me estrellé, pero que no quede por no haberlo intentado.

Lo demás ya irá viniendo. Antes de que sucediera este lapsus raro, decía que no busco nada con nadie, estoy agotada de todo y cansada de muchos temas, y ahí sigo. Además que mi segunda adolescencia ha estado bien hasta donde yo puedo juzgar, tampoco le pido a la vida cosas extraordinarias como pisar la luna o que me den un Nobel, eso ya hace años que se acabó.

En resumen, que vamos a ver si tiro un poquito de este cuerpo que me acompaña, desde el área más optimista y esperanzado de mi cabeza. Salvo cuando me invaden sentimientos que me impiden ver más allá (por describirlo de alguna manera), normalmente tengo una buena perspectiva de lo que me rodea, y aunque no disfrute de una felicidad absoluta soy capaz de apreciar las pequeñas cosas. Al fin y al cabo, unos días un regalo y otros una carga, vida sólo tenemos una y es con ella con la que tenemos que jugar. Adelante, siempre adelante, es el único camino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Actualiza muchacha

Anónimo dijo...

Es imposible ser más gilipollas.