miércoles, 27 de mayo de 2009

Los hombres

No sé por qué dicen que los hombres son simples y las mujeres complicadas, la verdad. Supongo que esa afirmación la lanzó un hombre al no saber comprender a su pareja, hija, madre u otro familiar femenino.

Los tíos son raros. Dicen que las raras somos las tías, pero simplemente porque vivimos en un mundo dominado por hombres, donde las normas las ponen ellos y nos comparan, obviamente, con ellos, así que no es extraño que seamos raras según su punto de vista.

Por lo que a nosotras, las mujeres, respecta, los raritos son ellos, y voy a poner el mejor ejemplo: el arte de la seducción, el ligar, vamos.

Quién no habrá oído alguna vez a algún tío decir que está harto de ser él quien tiene que llevar siempre la iniciativa, que ya podía haber tías que dieran el primer paso y bla bla bla. O cómo también se ponen a decir que las tías somos rarísimas, que no sabemos lo que queremos, que le damos mil vueltas a las cosas y que encima no hablamos claro.

Ahora bien, sé tú la que da el primer paso, pasa de juegos y dile lo que piensas, et voilà, huirá por patas como alma que lleva el diablo.

Vamos, que no, que no somos nosotras las que hacemos lo contrario de lo que decimos ni mucho menos...

Queridas compañeras de sexo, ¡¡¡va por vosotras!!!

martes, 26 de mayo de 2009

Hoy es hoy

Cada día tengo más claro que quiero volverme a Madrid, y supongo que por eso estoy tan apesadumbrada. Intento centrarme en pensamientos alegres, y debería moverme más: salir a pasear, a patinar, a estar tendida al sol... Sigo igual de perezosa.


Mis diversiones están ahora mismo ausentes, así que me encuentro de cara con los pensamientos crudos sobre lo que he perdido, lo que no tengo, y lo que voy a dejar. Demasiado para hacer frente a todo junto, demasiado.

Espero que baje esta rara melancolía que se está apoderando de mí. Me gustaría poder reflexionar sobre otras cosas en vez de estar todo el rato dando vueltas a lo mismo, o simplemente, no sentirme tan pesimista.

lunes, 25 de mayo de 2009

Ya se fue

Pasó el fin de semana, pasó el desequilibrio hormonal, pasó el bajón y estoy mejor. Sigo nerviosa, pero es mi estado natural.

Debería aprender a tener más paciencia, me iría mejor, pero es que nunca he sabido cómo, la verdad. En esto soy como un bebé que está aprendiendo a andar, solo que claro, son ya 29 años.

Y hablando de otra cosa. ¡A ver si mañana me lanzo a la playa! Ya se me ha ido el moreno y tengo que recuperarlo...

sábado, 23 de mayo de 2009

Recuerdos de lo que nunca tuve

¿Quién decidió por mí que mi vida iba a ser una carrera en vez de un paseo tranquilo? ¿Es eso vivir?

Continuamente intento reinventarme a mí misma, pero temo que sea demasiado tarde. Nunca me entretuve a saborear nada, nunca hasta hoy, y ahora no sé cómo hacerlo. Siempre fui del lema "lo quiero todo y lo quiero ya", dando por sentado todo lo que ya tenía.

Jocosamente digo que soy asocial. La gente se ríe. Sin embargo es cierto, soy bastante asocial. Así que me rodeo de gente parecida a mí, de gente que limita su interacción con los demás.

Quiero recordar un tiempo en el que me divertía, en el que disfrutaba, pero todo pasa por ver el vacío que hay cuando miro a los demás e irremediablemente me comparo con ellos, los envidio. ¿Cuántas veces me he ido de viaje con amigos? ¿Cuántas veces he sido cómplice de locuras? ¿Cuántas veces ha habido en mí un espíritu de grupo y de compartir? Pocas, muy pocas, y siempre acabaron pronto.

Por eso allá donde miro veo cosas que me gustaría tener, de las que me gustaría formar parte: grupos de amigos, viajes, fiestas, disfrute sin más... Luego me miro a mí y pienso que no formo parte de eso y que aunque quisiera no podría, ya que estoy demasiado apocada, soy reacia a la interacción, me da miedo socializar.

¿Quién decidió que yo tenía que ser así? ¿Quién me mintió sobre la realidad? ¿Quién me hizo rígida y acartonada?

Seas quien seas, no te guardo rencor, pero por favor, dime por qué, dame las claves para poder salir de ahí y abandonarme a mí misma...

viernes, 22 de mayo de 2009

Novedades

¿La novedad es buena? Pues depende de cuál sea, claro. Un día la novedad puede ser que estás despedido y al siguiente que te toca la lotería.

Hoy no hay mucha novedad. Quizá lo más significativo es el haberme dado cuenta de mi falta de ilusión pese a lo alegre de mi estado. Bueno, alegre por momentos, porque ahora mismo no puede decirse que esté muy contenta, la verdad.

Tomar consciencia de la situación de uno mismo siempre es duro. Hay veces que estamos tan absortos en nosotros mismos que no nos damos mucha cuenta de la posición que tomamos. Entonces, de repente, nos sorprendemos a nosotros mismos mirándonos desde fuera y preguntando ¿pero este/a soy yo? Pues sí, eres tú. Eres tan tú como lo eras ayer o hace una hora.

Consecuentemente, esta situación dará lugar a una cierta crisis de identidad representada por la pregunta ¿entonces, quién soy yo?, al no habernos reconocido en un cúmulo de acciones que hemos llevado a cabo.

Recordad, siempre somos nosotros, siempre. No vale escoger de entre lo que hacemos para describirnos porque son todas nuestras acciones las que nos definen.

Aclaro, que pese al plural del verbo, hablo de mí y sólo de mí, aunque quizá haya alguien que pueda verse reflejado en mis palabras, ya que, aunque todos y cada uno de nosotros seamos únicos, en realidad no somos tan extraños.

sábado, 16 de mayo de 2009

Huír

Huyo de mí, huyo de los míos, huyo de sentir, huyo del amor...

sábado, 9 de mayo de 2009

Promesas

La ropa es la promesa de lo que hay debajo.

La amistad

Sí, ya sé que puedo estar pesada con este tema, pero es que los amigos de verdad son como para hacerles un monumento y venerarles cada día. No son comunes y tampoco son extraños, y los encuentras cuando menos te lo esperas.

Tengo que dar las gracias a todos mis amigos, amigos y amigas, por si cabía la duda. Da igual que les conociera hace 15 años o hace 15 días, sé que estarán ahí y me querrán siempre.

Yo también os quiero y os correspondo. No os olvido, ni hoy ni nunca.

Y ya está bien de tontuna por hoy, porque me pondré a llorar de la emoción... de la emoción y de las copas de más.

viernes, 8 de mayo de 2009

Niñez

Empiezo a pensar (bueno, en realidad llevo ya bastante tiempo pensándolo) que la niñez fue la etapa más feliz de mi vida.

Si alguien quiere saber lo que es nostalgia o melancolía puede mirar en el diccionario de la RAE, yo no he sentido lo que realmente eran hasta algún momento en que recordando mi niñez me sentí vacía, como si hubiera perdido algo que sé que nunca más encontraré.

Explicar un sentimiento es bastante complicado. Mis recuerdos no son completamente tristes, sino al contrario, son marcadamente alegres, y sin embargo dejan en mí una mezcolanza de alegría y tristeza, un sabor agridulce difícil de entender. Es la alegría por lo vivido y la tristeza por lo perdido, pero no lo extraviado, sino aquello que ha pasado y ya no podrá volver.

Hay quien describe la década de los 80 como la antítesis del buen gusto, el triunfo del materialismo que todos querían, el lujo y la ostentación, la inseguridad callejera, las drogas y el SIDA.

Para mí los 80 son mi niñez, y lo que recuerdo y sé está representado por el inconformismo social, la generalización del bienestar ciudadano, la proliferación de artes y letras, la recién estrenada libertad y, en resumen, el símbolo de que por fin llegaba aquello por los que muchos lucharon y se arriesgaron.

Todo lo que me trae recuerdos de entonces me hace sonreír: la moda que vuelve, la música, los videoclips, las películas clásicas de mi infancia, y en general toda la iconografía que sigue presente y que olvidamos que nació en los 80.

Sí, los 80 tuvieron carácter, no fueron anodinos. Fue la década de mi niñez y en mi mente y en mi corazón tiene un lugar especial.

Y ahora mismo, mientras escribía estas palabras, he localizado el comienzo del final, la lenta agonía del fin de la década y la continua alegría, el lento despertar al sufrimiento de una niña alegre y risueña que ya entonces daba muestras de un fuerte carácter y lo que serían futuras carencias.

Pero, como diría un "amigo mío", esa ya es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

Un saludo a todos los que, como yo, disfrutaron su niñez en los 80, o en cualquier otra década "especial".

Momentos propicios

Se nota que envejezco. No, no en el aspecto externo, de momento no, pero sí en las facultades mentales, que merman. Esto obviamente es una exageración, pero bien es verdad que mi memoria no es la que era, supongo que será cosa de no entrenarla.

Uno a veces se pone a pensar tonterías, y otras veces piensa sobre los grandes misterios del universo. Al menos a mí me pasa, ¿soy rara, doctor? Sucede que nunca seré filósofa ni escritora, porque cuando llego a grandes conclusiones y me encuentro cara a cara con la verdad revelada es justo cuando no tengo nada a mano donde tomar una simple nota: en la ducha, conduciendo, caminando, antes justo de dormirme... Alguna vez intenté ir corriendo a por cuaderno y boli, pero en ese preciso instante la inspiración desapareció. ¿Qué se le va a hacer?, no tengo madera.

Así que tendré que limitarme a hablar, como quien dice, del tiempo. Pero bueno, casi mejor que no, porque de meteoróloga tengo más bien poco.


miércoles, 6 de mayo de 2009

Quien tiene un amigo, tiene un tesoro

Sí, lo sé, es una frase muy trillada y prácticamente nadie se fija en su significado real.

Hay muchos tipos de amigos, tantos como de persona, pero no cabe duda de que un amigo de verdad es algo muy valioso. La gente congenia por misterios de la vida o algo así, aunque digamos que es por afinidad de gustos y caracteres. Luego tú le caes bien a alguien y alguien te cae bien a ti, y si todo va bien ya tienes un amigo para toda la vida.

Todos sabemos quién es amigo y quién no pasa de colega o conocido. Con un amigo quedas tras 2 años sin verte y da igual, parece que fuera ayer la última vez que os vísteis. Tal vez no por la apariencia, pero sí por la complicidad entre tú y él, por la confianza, por el cariño. Un amigo no se olvida, y no es la persona a la que más veas, sino esa persona que sabes que pase lo que pase va a estar ahí por ti. Toleran tus rarezas, tus enfados, tus neuras, porque te conocen y porque te quieren tal y como eres, y eso es impagable.

Pero es que del lado opuesto sucede igual. La relación tiene dos direcciones, y tú le quieres, le aprecias, le aceptas tal y como es aunque algunas cosas te repateen o no las soportes, y estarás ahí por él por los siglos de los siglos.

Porque, ¿qué haríamos sin amigos? Nos hundiríamos en nuestras miserias, nos encontraríamos muy solos, no tendríamos con quién desahogarnos para bien o para mal, no podríamos pagar la mala leche con nadie...

Un amigo no tiene precio.



Dedicado a todos y cada uno (amigos y amigas, que hablo en general) que soportan mis ralladas una y otra vez, y aún me aprecian y me quieren, y me llevan de copas...

martes, 5 de mayo de 2009

Continúo

Aquí estoy otra vez después de un año sin pasarme por aquí. Estoy algo maltrecha, pero alegre dentro de lo que mi situación actual me permite.

Hace seis meses me mudé a vivir sola por primera vez en mi vida, y bueno, la cosa no está yendo mal, sino más bien lo contrario. Disfruto de la soledad y sigo relacionándome con la gente como hasta ahora, con la diferencia de que vivo en la misma playa y a 10-15 minutos del que hasta hace un mes era mi trabajo.

El palo vino hará cosa de un mes, sí. Hará cosa de un mes estrené soltería después de 9 años emparejada, con cierta reticencia y no por voluntad propia (en realidad, acabar una relación después de tiempo nunca es algo divertido), todo hay que decirlo. Unos días después, estrené despido a causa de la tan manida crisis.

Y es que las desgracias, ya sabemos que nunca llegan solas. Pero bueno, hay que verle el lado positivo al asunto, que tampoco es algo trágico aunque sí triste.

Ahora tengo más tiempo para mí, para mis pájaros, para mis hobbies (que he de redescubrir), para mis amigos y para actualizar este blog, que lamentablemente ha pasado más tiempo perdido que atendido.