lunes, 23 de mayo de 2005

Nada que contar

Lamentablemente paso por una época de bloqueo, para variar. El humano es un ser muy curioso, parece que le gustase sufrir. A mí creo que me debe gustar, aunque en realidad espero que no. Todos nos agarramos a una piedra del camino como si fuera lo único tangible, queremos tener una constancia, un punto de referencia en que basar el rumbo. Y aún así, qué difícil se hace seguir el camino, a veces parece que no se avanza y otras parece una cuesta arriba de 45 grados de inclinación. Pero al menos con esa piedra en la que apoyarse, no todo se ve negro siempre...

jueves, 19 de mayo de 2005

Precipicio

A lo largo del día hay muchos momentos en los que me siento tan vulnerable, con tanto miedo como si hiciera equilibrios en el borde de un acantilado. Los mareos tampoco ayudan. Menos mal que siempre hay buenos momentos que compartir.

martes, 17 de mayo de 2005

El Precio

Si explico que levantarme me cuesta un mundo, que mi mente vuela por sitios en los que no quiero pensar, que transformar en palabras mi pensamiento o simplemente hacerlo consciente es una tarea de lo más compleja, ¿me estoy refiriendo al precio de estas cosas? No quiero sumergirme de nuevo en la desidia, pero me siento tan egoísta pensando en esto al ver lo que me rodea... Hay demasiadas cosas que me preocupan tanto, que sin yo quererlo a veces el subconsciente pesa tanto que mis ojos dejan caer una lágrima.

Espero que el verano me dé un respiro, y entre tanto intentaré salir a flote como siempre hago, esperando que el trabajo que llevo hecho hasta ahora del curso flote conmigo. No quiero cagarla en lo único que depende sólo de mí. Intento no ser demasiado crítica, pues es natural que ciertos factores me influyan, especialmente si se trata de la muerte e alguien querido.

Trato de ser optimista, de verdad, pero es difícil, sobre todo cuando el pesimismo me rodea, y eso se percibe.